En medio de la crisis, Colo Colo volvía a la cancha, ante Unión Española. Cuál de los dos requería más el triunfo, para sacar la cabeza de la tierra y recibir oxígeno, cuando la tormenta está viva. El típico cartel de “partido de necesitados” caía de cajón para el encuentro 200 del historial en Primera División. ¿Habrá sido el último partido de Jorge Almirón en Macul? Lo cierto es que el Cacique despertó, para golear 4-1 a los de Independencia. Una brisa de aire fresco más que urgente.
Durante la semana, Aníbal Mosa dio luces del futuro, señalando que se iba a negociar para la salida del técnico argentino. Pasaron los días y las novedades no se produjeron. Finalmente, Almirón llegó al sábado y dirigió ante los hispanos, pese a que es de conocimiento público que el presidente de ByN está por el fin del vínculo. Un detalle: el DT, quien regularmente usa el buzo institucional en el torneo local, se vistió más formal. Señales.
Cuando las cosas no resultan, ni la suerte acompaña. El primer acercamiento de Unión Española acabó en gol. Tres minutos y, a través de una pelota detenida, un autogol de Daniel Gutiérrez puso el 1-0 para la visita. Se le venía la noche al Cacique. Sin embargo, una virtud de los albos fue que no sintió el golpe. Esta vez, sí mostró capacidad de respuesta. Reaccionó con rapidez, para luego construir una clara superioridad sobre los hispanos.
Colo Colo alineó un 4-2-3-1, con Arturo Vidal y Vicente Pizarro en el centro del campo. El King se vistió de Esteban Pavez y fue el eje. Mientras el joven Marchant se cargó a la derecha, Lucas Cepeda hizo lo propio en la izquierda, dejando a Claudio Aquino por detrás de Javier Correa. En los 72 , llegó la igualdad gracias al argentino Correa, quien sacó una volea tras una acción de Marchant, con perfil cambiado. Meritorio el atrevimiento del 7 colocolino, quien jugó 452 (sumó 902 , al ser de otra categoría) y justificó su presencia más allá del reglamento.
La Unión del Coto Sierra esbozó cierta respuesta, en el marco de un movido lapso de partido. De a poco se fue soltando de su encierro. Eso sí, aquello pareció más una ilusión que algo concreto, porque se mostró particularmente feble de mitad hacia atrás. Colo Colo le ganó el medio y ahí fue cargando a su favor el devenir del encuentro. En los 212 , se produjo el 2-1 de Vicente Pizarro, con un zurdazo bajo desde fuera del área.
En el complemento, el panorama no cambió. Colo Colo no pasó grandes apuros ante una Unión Española inofensiva y carente de variantes de peso. Para sellar el partido, se sanciona otra penal a favor del local a instancias del VAR, por mano de Norambuena. Esta vez ejecutó Aquino y marcó el 4-1 en los 582 . El ex Vélez también corrió hacia Almirón para festejar con el DT. Más señales. Como expresión de lucha, el cotejo estaba sentenciado.
En medio de la nebulosa que se ha convertido el día a día en el Monumental, el Cacique volvió a abrazarse después de acontecidos 28 días. No ganaba desde el 26 de abril, cuando superó 2-0 a Coquimbo. Dejó atrás una racha de cinco juegos sin ganar.