E famoso jabón Popeye puede traer a la memoria un sinfín de recuerdos del pasado, como la imagen de una antigua batea en el patio de casa; la ropa limpia secando al sol; a mamá fregando las rudas manchas del uniforme o el característico aroma que evoca la infancia de muchos chilenos.
Desde su creación, este mítico jabón de ropa ha sido un producto de confianza, conocido por su calidad y efectividad en la limpieza. Y es que el vínculo entre este popular detergente y la familia chilena es una larga historia que se ha forjado durante más de siete décadas.
El origen de esta empresa se remonta a 1949 en un próspero puerto de Talcahuano, donde el inmigrante italiano Miguel Maritano Amedeo, proveniente de Turín, se le ocurrió crear un producto que eliminara por completo las impenetrables manchas de la ropa sucia, una idea visionaria en una época donde los insumos eran escasos debido a los tiempos de guerra.
Así fue como este hombre de 59 años fundó su propia fábrica “Miguel Maritano Industria de Jabones”, un negocio destinado a revolucionar el mercado nacional y cuyos conocimientos en química le permitieron crear ‘Popeye’, un popular jabón en barra para lavar ropa.
Un marinero fortachón que lo cambió todo
El nombre del jabón está inspirado en el homónimo dibujo animado que apareció en Estados Unidos por primera vez en tiras cómicas de 1929. Aquel marino fortachón calzó a la perfección con su visión de un jabón fuerte y resistente, capaz de sacar la suciedad de la ropa.
La familia relata que en uno de sus viajes, Miguel Maritano se topó con este personaje de fuertes brazos que le recordaba a los típicos marineros del puerto de Talcahuano, una divertida asociación que le pareció atractiva para nombrar su producto estrella y lo estampó en sus jabones.
“El hecho de que Popeye le sacara la mugre a Brutus inspiró a mi abuelo a crear una barra de jabón que quitara las manchas. Yo diría que ese pudo ser el momento clave que motivó la conexión con la figura de Popeye y que decidiera incorporarla”, explicó Félix Maritano, gerente general de Miguel Maritano Industria de Jabones.
Con el paso de los años, la popularidad de Popeye aumentó considerablemente en el mercado nacional y se convirtió en un gran éxito. Por este motivo, la empresa familiar se expandió cada vez más y aumentó su presencia en la zona sur del país.
La fábrica en Talcahuano incorporó moderna maquinaria para la elaboración de Popeye y lanzó nuevos productos como el detergente en polvo y la marca de tocador Giselle. Además, se sumó el negocio la segunda generación de Maritanos encabezada por los hijos del fundador, y, posteriormente, la tercera liderada por sus nietos.