Desde hace unos meses, Carla Echeverría se ha sumado al equipo Viña TerraNoble, ubicada en el corazón del Valle del Maule. Como encargada del centro de visitas y la sala de ventas, su misión ha sido mucho más que coordinar tours o recomendar vinos. Carla es, en esencia, una narradora de historias, una anfitriona apasionada que ha sabido representar el espíritu de la viña y guiar a cada visitante por una experiencia inolvidable.
– Carla, ¿cómo llegaste al mundo del vino y qué te motivó a dedicarte a esto?
Siempre me atrajo la conexión entre el vino y la cultura. Empecé trabajando en una tienda especializada, donde aprendí a valorar los matices, los orígenes y, sobre todo, la historia detrás de cada botella. Con el tiempo, descubrí que no solo me apasionaba el producto, sino también el relato que lo acompaña y las relaciones que se construyen en torno a una copa de vino, siempre hay cosas nuevas que aprender. Así fue como llegué al enoturismo, un espacio donde puedo unir conocimientos, servicio y cercanía.
– ¿Cuál es tu rol actual en Viña TerraNoble y qué es lo que más disfrutas de él?
Estoy a cargo del centro de visitas y la sala de ventas, lo que implica coordinar los tours, capacitar a los equipos, guiar a los turistas y también asegurar que cada detalle esté alineado con la experiencia que queremos transmitir como marca. Lo que más disfruto es ver la reacción de las personas cuando descubren algo nuevo: un aroma, un paisaje, una anécdota del viñedo. Ese «¡wow!» auténtico no tiene precio.
– ¿Cómo describirías la experiencia que se vive en Viña TerraNoble?
Es una experiencia cercana, auténtica, muy conectada con el entorno y con la identidad del Maule. Aquí no se trata solo de degustar vinos; se trata de entender la historia de una familia, de un terroir y de una forma de hacer las cosas con respeto por la tierra y por la tradición.
Cada visita es una invitación a vivir el vino desde la emoción y la sencillez, valorar los ciclos y los procesos.
Es un honor para mí trabajar en una viña que respeta y honra la tierra y sus valores, que respeta el entorno y resalta la identidad del Maule.
– ¿Qué ha significado para ti representar una viña con tanta trayectoria como TerraNoble?
Es un gran orgullo. Viña TerraNoble ha sido pionera en muchas cosas dentro del valle, pero también ha sabido mantenerse fiel a su esencia. Ser parte de esa historia me motiva cada día. Representarla implica cuidar cada detalle, porque sabemos que cada visitante puede convertirse en un embajador de nuestra marca en el mundo.
Además de tener la oportunidad de dar a conocer un producto que es de la más alta calidad, reconocido y galardonado, cabe destacar el premio obtenido por nuestro enólogo Marcelo García, elegido como 1 de los 100 mejores enólogos del mundo por la revista británica Drinks Business, este 2025.
– ¿Cómo ha cambiado el perfil del visitante en los últimos años?
Ha evolucionado muchísimo. Hoy vemos visitantes más informados, más curiosos, que quieren aprender, pero también vivir experiencias. No solo vienen a comprar vino: vienen a sentir, a conectar con el proceso. Por eso cada tour es distinto, al igual que cada viñedo, nuestro tour es personalizado. La empatía se ha vuelto fundamental.
– Finalmente, ¿qué le dirías a alguien que nunca ha visitado una viña?
Que se anime. Que venga con todos los sentidos abiertos. La viña encanta en cualquier época del año. Visitar una viña como TerraNoble no es solo un paseo: es una oportunidad para reconectarse con la tierra, con el tiempo lento, con lo artesanal y la pasión. Es un oasis de tranquilidad a minutos de la ciudad.
Si tienen la suerte de venir al Maule, mejor aún. Aquí los vinos no solo se beben: se cuentan, se comparten, se viven.