En el marco del Aniversario 283 de Talca, y como cada año el Concejo Municipal han decidido reconocer públicamente a personas e instituciones que, con su talento, vocación y compromiso, han contribuido a forjar una ciudad más humana, culta y viva. Este homenaje es parte de las celebraciones del aniversario de la comuna y ciudad de Talca, que se celebra en mayo, y busca poner en valor las trayectorias que han dejado huella en su historia colectiva.
Este año, los elegidos por el Concejo Municipal fueron la periodista Amparo Pozo Donoso y los Sindicatos N°1 y N°2 de Suplementeros.
Amparo Pozo Donoso nació en Talca y es una de las voces literarias más significativas de la región. Desde muy joven comenzó a escribir y a publicar textos que retratan el alma de su tierra. En 1963 fue reconocida con el Primer Premio del Concurso Literario Nacional de la Fuerza Aérea de Chile con su cuento Año Nuevo, y una década más tarde obtuvo el Primer Premio de Poesía de la Municipalidad de Talca por Canto al Río Claro. Su trayectoria es amplia y fecunda: fue columnista del Diario La Mañana, redactora cultural del Diario El Trueno, coordinadora de Cultura de la Municipalidad de Talca, y fundadora de bibliotecas y revistas literarias. Su legado fue donado al Centro de Documentación Patrimonial de la Universidad de Talca, como un acto generoso que sintetiza una vida entera dedicada a las letras, la cultura y el amor por esta ciudad.
En el caso de los Sindicatos de Suplementeros Nº 1 y Nº 2 de Talca, se puede decir que son verdaderas instituciones vivas de la identidad popular de la ciudad. Desde hace más de 85 años, los suplementeros han recorrido las calles de Talca llevando prensa, cultura y compañía a la comunidad. En ellos se encarna el esfuerzo silencioso de generaciones que han hecho del servicio una forma de vida. Hoy liderados por Américo Cruz Peñaloza (Sindicato Nº 1) y Miguel Cifuentes (Sindicato Nº 2), su trabajo gremial y comunitario sigue vigente.
Durante el Concejo Municipal que los eligió se hizo ver que este homenaje no es solo un acto protocolar, sino una declaración de principios: Talca reconoce el valor de su gente. Reconoce el poder de la cultura, el oficio, la palabra y la calle. Reconoce que no hay progreso real sin memoria viva.
La ceremonia de reconocimiento se realizará en el marco de las actividades oficiales de mayo, el mes en que Talca celebra su nacimiento, pero también reafirma su compromiso con el futuro.